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GOBIERNO Y DEMOCRACIA

Una no es ninguna: Gobierno y democracia.
Dos es una: ¿fin de Sedesol?
Mouriño: engañar con la verdad.
Chisguetes: Debate por el petróleo
Elingher: Doger, el más corrupto; La “izquierda poblana en el Congreso”; deslinde de la BUAP (¿o de Aguera?); desaire de Calderón a Ana Guevara
      Es lugar común decir que “democracia” significa “gobierno del pueblo”, sirviendo de antítesis para los conceptos de monarquía y aristocracia. Lo anterior nos invita a reflexionar el significado de la palabra “gobernar”. ¿Qué significa «gobernar»?
      Gobernar tiene diversas connotaciones, a saber: mandar con autoridad o regir algo; dirigir un país o una colectividad política; guiar y dirigir; manejar a alguien o ejercer una gran influencia sobre él; regirse según una regla, norma o idea, etc. Decir entonces que la democracia es una forma de gobierno significa, sencillamente, disponer de las infraestructuras físicas, humanas y materiales para plasmar las decisiones emanadas de los postulados y principios de las organizaciones (generalmente partidos políticos).
      A las dos consideraciones más importantes de “democracia”, es decir, a los que consideran que democracia significa una «especie de “sistema” gobierno», y quienes cuestionan que se reduce a una «especie de “forma” de gobierno», habrá que agregar la propuesta de la politóloga y filósofa Hannah Arendt resumida en el concepto de “arché” o “archein”, el primero con el significado del sustantivo «gobierno» y el segundo con el verbo «gobernar».
      El término “arché”, en la propuesta de Arendt, significa – a la par de gobierno- «principio», y “archein” «comenzar». Esta forma de ver gobierno y democracia se puede analizar de manera más extensa en una obra capital de esta autora: «La Condición Humana». Pero, entonces, ¿qué significan estos conceptos plasmados en las dos palabras griegas anteriores?
      Estas palabras, nos dice Arendt, tenían que ver originalmente con «principio», con poner algo en movimiento, así como liderar, conducir; en tanto que el verbo complementario «prattein» (de donde viene praxis) se refería originalmente a la ejecución y terminación de un curso de acción, de un trabajo, de una obra. La interrelación de estos dos términos de acción, archein y prattein, comparten, mutuamente, la vulnerabilidad que caracteriza, según Arendt, a la acción: “la dependencia del principiante y del líder de otros para que los ayuden y la dependencia de sus seguidores de él en una ocasión en la que ellos mismos actúen”. Como consecuencia, archein y prattein “divididos en dos funciones completamente diferentes: la función de dar órdenes, que se convirtió en la prerrogativa del gobernante, y la función de ejecutarlas, que se convirtió en la función de sus súbditos. Una vez separados, por desgracia, estos dos conceptos, la idea de «principio» se hizo cada vez más insignificante en la conceptualización de la acción y la política.
La separación anterior tiene sus consecuencias, por ejemplo, la idea de un gobierno “aislado” engaña a los gobernantes respecto de las fuentes de su propio poder, dando como resultado el fracaso y trastrocamiento de las funciones del mismo. Ejemplo que tiene como paradigma el caso de Felipe Calderón, quien busca, involuntariamente y de manera infructuosa, el mencionado aislamiento al poner sólo a personas que tienen como principal carta de presentación, simple y sencillamente, la amistad presidencial. Se busca, de esta manera, una “burbuja de protección” calderonista; burbuja que le impide (a Calderón, desde luego) ver las hojas y no el bosque de la política nacional.

 

 

      ¿Tendrán nuestros gobernantes ideas claras acerca del significado de “gobernar” y, lo más apremiante, sobre “democracia”? ¿Qué pasará por sus cabecitas cuando deciden lanzarse al ruedo de la política? ¿Se acuerdan de la seguridad que emanaba el lic. Calderón días antes de la elección presidencial en la que fue “electo”? ¿Pensaba, acaso, en verdad, en cómo lograr la creación de un millón de empleos al año? ¿Serviría, la creación de dicha cantidad de empleos, para reducir los índices de pobreza del país con los salarios de todos conocidos? ¿Cuáles serían los “principia”, pero, principalmente la praxis, para combatir el desempleo, la inseguridad, el analfabetismo, la pobreza y, de manera muy puntual, el narcotráfico?
      Si bien pudiera entenderse las motivaciones del archè y el archein calderoniano de elegir a su secretario de gobernación Juan Camilo Mouriño, es decir, la lealtad como único requisito para el desempeño de tal responsabilidad, queda en duda la manera, la praxis, el  prattein, para lograr un trabajo que pudiese catapultar (a “Ivan”, por supuesto) a la presidencia de la república en el 2012. ¿Se estará imaginando (Felipe el “martir”) las consecuencias de la llegada a “Los Pinos” de Andrés Manuel o Marcelo, a la silla presidencial? ¿Cuatro años son muchos para poner en la presidencia a alguien que le cuidará la espalda? ¿Engaña con la verdad Juan Camilo al decir, al menos abiertamente, que no aspira a ser el próximo mandamás? ¿Su verdadero “principia” o anhelo es sacar ventaja de una mayor privatización petrolera para las empresas de la familia?
      A mi juicio, “Ivan” está engañando con la verdad. Sería sumamente arriesgado –para Calderón, por supuesto- haber enviado a Mouriño a la secretaría de gobernación. Desde esta posición maneja un arma de doble filo. Si bien, eventualmente, podría darle la ventaja en la carrera presidencial, también quedaría descobijado y expuesto al microscopio de la prensa nacional (y mundial). Los enemigos más importantes para el señor Mouriño serán sus propios compañeros de partido; explotarán, para empezar, obviamente, el problema de su nacionalidad, además, todos los problemas que habrán de multiplicarse: violencia, falta de empleo, narcotráfico, etc., es decir, lo mismo de siempre pero multiplicado exponencialmente. Ante este panorama ¿Se quedarían impávidos, ante una designación de Mouriño a la candidatura presidencial, Germán Martínez, César Nava o Ernesto Cordero Arroyo, por ejemplo? ¿Empezará a fluir, de manera misteriosa, información comprometedora que beneficie a otro aspirante del círculo de favoritos del señor Calderón? Mouriño engañando con la verdad.
      Los problemas de gobernabilidad son prácticamente irresolubles con los “principia” y “praxis” del Partido de Acción Nacional, personificados (doblemente a criterio de Fox) en el lic. Calderón. El problema de la gobernabilidad se apega más a las dos maneras de entender los conceptos de “gobierno” y “democracia”, más bien en la antítesis de ellos, de contrarrestar aquellos fenómenos que convencionalmente se han tomado como los opuestos al gobierno, como el desorden, la inestabilidad, las interrupciones de la regularidad, las rupturas radicales de la continuidad, en pocas palabras, evitar situaciones que desemboquen en la materialización del concepto de “revolución”. Ésta última apreciación se parece más a la que sostienen algunos teóricos de la democracia, por ejemplo Sheldon Wolin, quien defiende la idea de democracia como “un sistema de gobierno” como se planteó en los párrafos iniciales. Viendo como difíciles de conciliar (haciéndolos antagónicos, incluso) los términos que estructuran el concepto de democracia, es decir, “gobierno” y “pueblo”. Aún más, en éste esquema, se abandona la idea de “pueblo soberano” por el de “muchedumbre”, con las connotaciones más negativas que se puedan encontrar y que representan una forma elegantemente inútil de disfrazar sus verdaderas motivaciones monárquicas, en otras palabras, el concepto “pueblo” más como un elemento a moldear, que como un elemento con posibilidades de aprovechar el “libre arbitrio”, es decir, el objeto y sujeto de la libertad.

¿El fin de la SEDESOL?

      Desde un punto de vista teórico, la “transformación” de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) por un “Consejo Económico y Social”, es decir, como una instancia de participación ciudadana, plantea un problema ideológico de fondo que puede resumirse en lo siguiente: a qué hay que darle prioridad, o al “asistensialismo” o la “subsidiaridad”. El primer concepto reivindicado por algunos partidos teniendo al PRI como su mejor exponente; y el segundo concepto al PAN como elemento fundamental en su apreciación para la praxis en el combate a la pobreza.
      Dentro de lo que el PRI, más bien sus gobernantes en turno, han entendido como función fundamental de la SEDESOL, está el de que esta secretaría ha venido funcionando como una oficina de caridad pública a nivel nacional. La pobreza, de cualquier tipo, se ha venido “combatiendo” con programas que han paliado a la resultante de sus políticas de latrocinios y corrupción a lo largo de la historia post revolucionaria.
      En el diario oficial de la federación, con fecha 29 de diciembre de 1976, se publica la creación de la Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas; en el mismo diario, el 29 de diciembre de 1982, se crea la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (SEDUE) cuya misión primordial era “atender de manera integral los problemas de vivienda, desarrollo urbano y ecología"; diez años mas tarde y con su publicación en el diario Oficial de la Federación del 25 de mayo de 1992 se crea a partir de la fusión de la SEDUE y la Secretaría de Programación y Presupuesto (SPP), quien manejaba el Programa Nacional de Solidaridad (PRONASOL), la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), basando su estrategia de combate a la pobreza en el Programa Nacional de Solidaridad y buscando establecer una “nueva” relación entre el Estado y la sociedad. Este es el origen de la SEDESOL, en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.
      En una, supuesta, variante del concepto priísta de asistensialismo, el principio de “subsidiariedad” panísta significa que el Estado está detrás del ciudadano: lo que pueda hacer el ciudadano, no debe hacerlo el Estado. Antes de que exista una intervención del Estado, debe verse si realmente es necesaria esa intervención. El principio de subsidiariedad plantea un serio inconveniente para los gobiernos prianístas, porque ellos prefieren intervenir siempre, ya que por nuestra forma tradicional de ver las cosas, eso supone lucirse y en definitiva son votos, pero debe quedar claro que esa no es la función del Estado.
      Poco ha cambiado en las apreciaciones del PRI y del PAN respecto a este problema. La dizque “discrepancia” conceptual entre los mencionados conceptos se mimetizan a la hora de ponerlos en práctica. La declaración de sus principios cuando el señor Vicente Fox llegó al poder quedaron plasmados en los siguientes párrafos, a saber:
«La visión del desarrollo social de México en el año 2025 guía los esfuerzos de este gobierno y señala características fundamentales del país que se desea construir; esta guía debe ser la base para establecer un compromiso de largo plazo con la sociedad mexicana. Se ha definido un periodo de 25 años como un lapso en el que éste ideal puede ser logrado, para lo cual es necesario articular a toda la sociedad en la búsqueda y logro de un efectivo desarrollo social. La visión a la que se aspira se puede sintetizar en que:
 Los mexicanos, a través de su propio esfuerzo e iniciativa, logran niveles de vida dignos y sostenidos. México cuenta con mecanismos y políticas que aseguran la creación consistente de prosperidad y equidad mediante el desarrollo de oportunidades y capacidades, con la participación de toda la sociedad. Se tiene equilibrio regional, así como bienestar generalizado, proporcional al desempeño de la economía mexicana y su relación con el contexto global.
      Se han establecido las bases para un desarrollo social y humano integral en todas las dimensiones de la persona, tanto culturales como materiales, en plena libertad y responsabilidad, con compromiso solidario y subsidiario hacia el bien común.
       México cuenta con un sistema urbano más equilibrado, dentro de una ordenación territorial sustentable, administrada localmente con eficiencia y eficacia, con vivienda digna para los hogares, equipamiento y servicios adecuados. 
      La misión de la Secretaría de Desarrollo Social define los compromisos de la actual administración para avanzar en el logro de un efectivo desarrollo social: Formular y coordinar la política social solidaria y subsidiaria del gobierno federal, orientada hacia el bien común, y ejecutarla en forma corresponsable con la sociedad.
      Lograr la superación de la pobreza mediante el desarrollo humano integral incluyente y corresponsable, para alcanzar niveles suficientes de bienestar con equidad, mediante las políticas y acciones de ordenación territorial, desarrollo urbano y vivienda, mejorando las condiciones sociales, económicas y políticas en los espacios rurales y urbanos. 
Ejes Rectores:
Fomentar el desarrollo social con respeto a los derechos y la dignidad de las personas. 
Impulsar una visión compartida para la superación de la pobreza en todas las políticas públicas; formular la política social con un enfoque subsidiario y no asistencialista, fomentando la cultura de la corresponsabilidad; impulsar un auténtico federalismo y la coordinación entre los diferentes órdenes de gobierno; generar una política social con, de y para los pobres; reforzar el tejido social, el desarrollo comunitario y la participación social; proteger a las familias en condición de pobreza; modernizar la política de asistencia social identificándola como un instrumento de equidad e inclusión; fortalecer el desarrollo social con equidad de género; respetar y proteger la diversidad étnica y cultural; propiciar la integralidad de las acciones de política social, integrando una visión de curso de vida; privilegiar el enfoque territorial y la focalización hacia los más pobres y asegurar eficiencia.»
Con toda claridad se nota la enorme dificultad conceptual para hacerse parecer “diferentes” de sus antecesores priístas. El gran problema de Beatriz Zavala y del actual titular Ernesto Cordero Arroyo es, primero, comprender los objetivos (aparentemente expresados en la declaración de principios anterior y, segundo, delinear el “archein” y el “prattein” para combatir, que no erradicar, las tres divisiones de la pobreza: la alimentaria (los que no pueden adquirir la “canasta básica”); de capacidades (los que no tienen salud y educación básica) y la patrimonial (vivienda, vestido y calzado dignos), en pocas palabras, en franco tono panísta, las satisfacción de las necesidades bíblicas.
El mare mágnum ideológico-conceptual de Felipe Calderón en todo el espectro de gobierno, pero acentuado en éste (SEDESOL), le permite matar dos pájaros de un tiro: por una parte queda saldada su cuenta con las fuerzas del sureste que lo apoyaron y a cambio obtener el apoyo de uno de sus incondicionales (Ernesto por Beatriz). Por ende, Ernesto Cordero recibió la encomienda de su jefe de impulsar “una nueva política social”. La misma gata nada más… Si algún consuelo le queda a Calderón es que todos los gobernantes siguen su historia. Ven con displicencia el fracaso de las políticas asistensialístas o subsidiarístas, amparándose en las cifras que inventan en el “combate a la pobreza”. Otro ejemplo está en la cínica confesión de Enrique Doger: “hay 160 mil poblanos en extrema pobreza en el municipio” (aún así, se ufana de “sus premios”, con todo y la acusación del panísta Elingher: Doger, el más corrupto)  La excepción ha sido, y he aquí el gran temor, Andrés Manuel y Marcelo quienes, obviamente, son “acusados” de “populistas”. Así de fácil.
 
Chisguetes.

-Javier Lozano Alarcón (al que algunos de sus “compañeros” de partido le llaman, a su espalda desde luego, “la Bartola” por lo de sus dos pesos de “aumento”)
-Sin dar ningún argumento, los “legisladores” prianístas le tuvieron miedo al debate. Calderón tuvo temor de responder en lo medios; “Ivan” declaró un galimatías pero, lo mismo, le “sacateó”; Labastida dio algunas cifras pero, ya lo sabe, el miedo no…; de Creel, Gamboa, Larios, Manlio Fabio mejor ni hablamos ¿No que AMLO en la lona?
-Signos de nuestros tiempos: la vergonzosa “presentación en sociedad” de los “chuchos” poblanos. Con esta “izquierda” marinista ni a la…
-¿Deslinde del rector o de la BUAP? Por supuesto, el deslinde es personal; la Universidad (universalidad) debe ser la institución más tolerante en la expresión de las ideas. Nadie le ha reclamado al rector sus preferencias gubernamentales (de manera personal, que no institucional).
-¡Puebla Campeón¡ pero con los miles de aviadores del SNTE (con todo y jacuzzis).
-Ni en el deporte. El lic. Calderón no se dignó a recibir a Ana Gabriela Guevara ¿Recuerdan cuando Calderón “ganó” la presidencia y todo era miel sobre hojuelas con la velocista y Carlos Hermosillo, Pável Pardo, Ricardo Osorio, Manuel Negrete? ¡Que con su pan se lo coman¡

Citas y Proverbios.

Si no se comparten e implantan unos valores y unas obligaciones morales, ni la ley, ni un gobierno democrático, ni una economía de mercado funcionarán correctamente: Vaclav Havel.
Cuando en un gobierno, al hablarse de cosa pública, cada uno dice «¿Qué me importa?», la cosa pública está perdida: Montesquieu.
El peor gobierno es el que ejerce la tiranía en nombre de las leyes: Montesquieu.
La democracia es la necesidad de doblegarse de vez en cuando a las opiniones de los demás: Sir Winston Churchill.
La dictadura se presenta acorazada porque ha de vencer. La democracia se presenta desnuda porque ha de convencer: Antonio Gala.

Alfredo Osorio Santiago

 

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